martes, 2 de junio de 2020

JUNIO SACRAMENTAL Y EXTRAORDINARIO

Junio trae siempre un aroma especial en nuestra hermandad Sacramental. Varios días atrás comentábamos que a lo largo de nuestra historia hemos vivido capítulos tristes como los sucesos de 1936, o el pasado Sábado Santo sin procesiones a causa del Covid-19, pero también hemos vivido capítulos gloriosos que merece la pena recordar. 

Junio es sin duda mes de Jesús Sacramentado y como no podía ser de otra forma, en nuestra Hermandad se vive de manera especial. Tambien junio nos hace recordar una fecha que está marcada en nuestra historia con letras de oro, la del día que Aracena se reencontró con su Virgen de la Soledad en la Parroquia del Carmen, después de años sin culto, cerrada tras el 36. 

El 10 de Junio de 1941 es sin duda un día que siempre recordamos con alegría, una fecha para celebrar que pudimos volver a mirar a la Virgen a los ojos, esos que nunca se apagaron ni dejaron de guiarnos a pesar de las circunstancias. Un día de júbilo del que se cumplieron setenta y cinco años en 2016, donde empezó un año extraordinario que finalizaría con la salida extraordinaria de la Santísima Virgen el 10 de Junio de 2017, un acontecimiento que quedará para la historia cofrade de Aracena. 

Este año se cumplen setenta y nueve años de aquel día, el tiempo y los años siguen pasando pero la devoción por la Santísima Virgen siempre permanece. En estos días donde iremos al Carmen a visitar a la Soledad y a recordar su extraordinaria es un gran momento para seguir pidiéndole por el fin de la pandemia y la protección de esta Sierra donde tenemos el privilegio de vivir. Como reza el papa en una de sus oraciones para pedir por el fin del Covid-19: 

Oh María, consuelo de los Afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que Dios nos libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda reanudar su curso normal con serenidad, 
Nos encomendamos a Tí, que brillas en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén. 

Especial LXXV Aniversario