Atrás quedaron calurosos tiempos estivales, fríos meses invernales, de épocas navideñas y veraniegas, donde lo que menos se espera es la Semana Santa. Y aunque el frío sigue estando presente y la semana mayor está durante todo el año en la cabeza de todo cofrade, ahora más que nunca podemos ir saboreando lo que está por llegar.
Cuarenta días de espera, donde la fe y la oración tienen que reinar en nuestro ambiente cotidiano.
Días de recogimiento, de cultos besamanos y traslados, todo alrededor de la excelsa figura de nuestro Dios como principal protagonista, sin olvidarnos del amparo de su madre de la Soledad.
Días de recogimiento, de cultos besamanos y traslados, todo alrededor de la excelsa figura de nuestro Dios como principal protagonista, sin olvidarnos del amparo de su madre de la Soledad.
Por una cuaresma de unión entre hermanos de fe y compañeros de Hermandad, soñadores de una nueva Semana Mayor, y sobre todo, de un nuevo Sábado Santo. Un tiempo donde la ilusión y las emociones están mas que nunca a flor de piel.
Días y meses de trabajo, un año entero en el que todos hemos formado parte de esta Hermandad aportando lo mejor de nosotros. Desde el más pequeño al mas anciano, nuestra Cofradía crece gracias al apoyo de todos los Soledaeros que día tras día demuestran su fe y devoción ante Jesús Yacente y su Bendita Madre de la Soledad.
Días y meses de trabajo, un año entero en el que todos hemos formado parte de esta Hermandad aportando lo mejor de nosotros. Desde el más pequeño al mas anciano, nuestra Cofradía crece gracias al apoyo de todos los Soledaeros que día tras día demuestran su fe y devoción ante Jesús Yacente y su Bendita Madre de la Soledad.
Llegó la cuaresma Hermanos, 40 días para que cristo muera en Aracena para Resucitar al tercer día.
